La Portals 2014 ha sido mi primera "carrera" como Hermético. Llegaba con un estado de forma que creía bueno
para mi, pero siendo la primera tenía ciertas dudas.
La mañana empezó temprano, llegamos haciendo piña en un mismo vehículo 6 herméticos, del total de 8, y fuimos animándonos rápidamente. Alguno ya venía muy animado de serie.
La montaña de Montserrat se alzaba ante nosotros
majestuosa y con un cierto misterio gracias a la niebla que la rodeaba. Nos situamos pronto en la salida y allí, pese al frío, se nos pasó rápido el tiempo. Este año no
hubo cajones de salida y empezamos todos juntos en bajada y con una
curva un poco cerrada a la izquierda. Salíamos delante y eso facilitó el
arranque. Pronto el grupo se partió quedando los dos Stevens por
delante, mi grupo en el que íbamos 3 y el resto algo más rezagados.
Mis compañeros se lo tomaron en serio los primeros
kilómetros y se escaparon un poco, íbamos a un ritmo fuerte y acumulando desnivel: demasiado para mi. Alrededor del
kilómetro 10-11 nos reagrupamos, yo mantuve mi ritmo y los otros
compañeros bajaron un poco el suyo, pagando en parte su esfuerzo
inicial.
Partimos juntos del primer avituallamiento en el km. 14, y
empezamos una bajada rápida y segura por carretera que acababa con una
curva cerrada a la izquierda, advertida por la organización, que
continuaba con un tramo de descenso peligroso que se cobró al menos dos
accidentes serios: nosotros vimos a un ciclista que acababa de caer con
evidentes heridas, mientras que los herméticos que iban detrás
presenciaron otro accidente fuerte en la misma zona. Hay que tener
cabeza sobre todo en los puntos en los que la organización avisa.
Continuamos bien, alternando bajadas y subidas hasta el
segundo avituallamiento alrededor del km 29. Llevábamos un buen ritmo y
sin incidente alguno. Pero todo puede cambiar de forma imprevista y poco después, alrededor del
km. 40, yo mismo besé el suelo en una zona rápida con algo de piedra en
el suelo. Tuve suerte ya que caí bien y la codera derecha hizo su
trabajo: los daños no fueron muy serios y me permitieron continuar un
par de minutos después.
Mis hermanos herméticos iban abriendo camino y me avisaron de que
pronto podría "recuperar" en la zona de la ribera del río. Y sí, se
encargaron de que recuperara manteniendo un ritmo entorno a los 25 por
hora, así no tuve tiempo de dolerme de mis heridas :P
Llegamos pronto al avituallamiento del km. 49, el último
sólido. Desde allí un pelín de carretera y a
subir de nuevo por senderos hasta el último avituallamiento en el km.
52. A partir de ese punto subiendo por la "Pedra blava", un tramo con mucha
arena que dificultava avanzar junto con los kilómetros y el desnivel ya
acumulados.
La meta estaba cerca y por fin volvimos al núcleo de Colbató. Cruzamos una carretera y allí el urbano nos informó de que quedaban sólo
un par de kilómetros. Se hicieron algo largos e incluso a alguno, las
rampas le amenazaron seriamente, pero los 3 pudimos entrar juntos en
meta haciendo piña: igual que durante toda la carrera, pues el ciclismo es un gran deporte de equipo.
Unos tardaron más y otros menos, pero nos reagrupamps en meta y volvimos juntos tan animados o más que al principio.